lunes, 17 de marzo de 2014

Probióticos y Fibrosis Quística 2ª PARTE

Los probióticos son microorganismos vivos que, cuando son consumidos en cantidades adecuadas, tienen un efecto positivo para la salud por su acción sobre la flora intestinal, pues promueven el desarrollo de bacterias beneficiosas (Lactobacillus acidofilus y Bifidus).

Los principales efectos nutricionales de los probióticos son:


  •      Digestión de las proteínas y las grasas: los probióticos contienen unas sustancias llamadas enzimas que son capaces de transformar las proteínas y las grasas ingeridas con la dieta en moléculas más pequeñas, para facilitar su absorción.
  •        Digestión de la lactosa: las bacterias lácticas mejoran la tolerancia y digestibilidad de la lactosa en el intestino delgado.
  •      Síntesis de vitaminas: algunas bacterias son capaces de sintetizar en el intestino algunas vitaminas como la K, B1, B2, B6 y ácido fólico.
  •       Producción de ácidos grasos de cadena corta (AGCC), al fermentar los carbohidratos que llegan al colon. Estos AGCC son una buena fuente de energía y estimulan la proliferación de la mucosa intestinal.

ALIMENTOS FUNCIONALES RICOS EN PROBIÓTICOS

Los alimentos funcionales con probióticos y/o prebióticos son aquellos capaces de modificar la composición de la flora intestinal normal y potenciar de esta manera los efectos beneficiosos sobre la salud humana mediante microorganismos “óptimos” (probióticos) y otras substancias que favorezcan su crecimiento (prebióticos).
Los prebióticos son sustancias no digeribles presentes en la dieta que poseen un efecto favorable sobre la flora intestinal, estimulando el crecimiento de las bacterias del colon. El prebiótico mas conocido es la fibra dietética.

En el mercado encontramos probióticos en muchos alimentos de consumo diario y especialmente en los alimentados fermentados (aquellos que resultan de una serie de transformaciones que requieren la intervención de levaduras, mohos y bacterias lácticas) como los productos lácteos: yogur, kefir, queso, y bebidas como el vino y la cerveza.
Algunos alimentos contienen por su forma de elaboración probióticos, aunque en algunos casos las modernas tecnologías de producción han eliminado o reducido en gran parte el contenido de los microorganismos beneficiosos de los alimentos o los microorganismos no se encuentran vivos.

Yogur: producto lácteo obtenido mediante la fermentación bacteriana (Lactobacillus bulgaricus y Streptococcs thermophilus) de la leche.













   
  Quesos fermentados: son particularmente altos en probióticos como Lactobacillus thermophillus, bifudus, bulgaricus y Lactobacillus acidophilus
   Kefir: producto fermentado de la leche, es una combinación de leche de cabra y granos fermentados. Alto en Lactobacillus y bacterias Bifidus. Se distingue del yogur en que se produce una doble fermentación láctica y alcohólica 

OTROS ALIMENTOS RICOS EN PROBIÓTICOS

Pepinillos y aceitunas: los encurtidos, se fermentan con salmuera que llevan cepas de salmuera.











Chucrut: hecho de col fermentada (Lactobacillus, Streptococcus, y Pediococcus) con salmuera. 


      Miso: pasta aromatizante fermentada, hecha con semillas de soja y/o cereales y sal marina.

    Tempeh: procedente de la fermentación (Rhizopus) de la soja que se presenta en forma de pastel.


  También podemos encontrar alimentos que se han “enriquecido” con probióticos, como los alimentos lácteos: las leches fermentadas (actimel, etc.), algunos yogures y quesos BIO".

SUPLEMENTOS PROBIÓTICOS

También podemos encontrar los probióticos en forma de suplementos dietéticos. Los microorganismos probióticos en estos suplementos se presentan en polvo (sobres), comprimidos masticables, cápsulas… Cada suplemento contiene distintas cepas de bacterias probióticas y distintas dosis. Algunos suplementos se llaman simbióticos porque contienen mezclas de microorganismos probióticos y sustancias prebióticas.
Consulte con su médico o nutricionista antes de iniciar el consumo de estos suplementos.





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