lunes, 3 de marzo de 2014

Probióticos y Fibrosis Quística

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define los probióticos como “microorganismos vivos que, cuando se administran en cantidades adecuadas, confieren un beneficio a la salud del consumidor”.
El conjunto de las bacterias de los seres humanos se conoce como microbiota, y la mayor parte se localiza en el intestino. La microbiota que forma parte de la mucosa del intestino constituye la primera barrera de defensa ante las agresiones externas. La alteración de esta microbiota origina desequilibrios microbianos (infecciones), inmunológicos (inflamaciones, alergias, procesos autoinmunes…) y/o metabólicos (síndrome metabólico…).

Además de esta función de barrera o de protección del tracto gastrointestinal (TGI) la microbiota también induce la activación, proliferación y el desarrollo del sistema inmunológico que actúa frente a organismos patógenos y tiene funciones metabólicas y nutritivas.


Las personas con FQ tienen un cierto grado de inflamación de la mucosa intestinal y sobrecrecimiento bacteriano. La maldigestión y la malabsorción secundarias a la insuficiencia pancreática y a la administración frecuente de antibióticos alteran la microbiota y la mucosa intestinal.


El fundamento para el uso de probióticos en FQ se basa en la capacidad que tienen algunas bacterias probióticas de:
- ocupar un espacio en el intestino y evitar el crecimiento de otras bacterias patógenas
- prevenir el sobrecrecimiento bacteriano
- fortalecer la barrera intestinal
- disminuir la inflamación de la mucosa intestinal
- prevenir la diarrea por antibióticos
- mejorar la salud gastrointestinal y la sensación de tener buenas digestiones

Las personas con FQ pueden beneficiarse del tratamiento con probióticos, especialmente durante el tratamiento con antibióticos, aunque también pueden ser administrados de forma regular por su capacidad de mejorar la salud intestinal.

PROBIÓTICOS Y FÓRMULAS INFANTILES
En los últimos años se están añadiendo probióticos a las fórmulas infantiles, ya que estas tratan de parecerse lo más posible a la leche materna, que contiene de forma natural microorganismos beneficiosos como los Lactobacillus. Estos microorganismos son capaces de producir sustancias antimicrobianas capaces de prevenir infecciones en el recién nacido.

 PROBIÓTICOS  PARA MUJERES EMBARAZADAS Y LACTANTES
Los probióticos también se utilizan para la prevención y el tratamiento de la mastitis causada por cepas bacterianas denominadas: Staphylococcus aureus y Streptococcus mitis o Streptococcus salivarius, ya que pueden inhibir a esas bacterias.
La leche materna juega un papel muy importante en el desarrollo de la microbiota intestinal del recién nacido. Las bacterias de la leche desempeñan un papel importante en la prevención de enfermedades infecciosas y en la maduración del sistema inmunitario. La introducción de alimentos sólidos, junto con la retirada progresiva de la leche, provoca cambios drásticos en la microbiota intestinal.

En el próximo post vamos a comentar cuáles son los efectos nutricionales de los probióticos y algunos alimentos que los contienen por su proceso de elaboración.

Bibliografía:
- Suárez L, Garriga M. Probióticos y fibrosis quística. En: Probióticos y Lactobacillus reuteri Protectis. Ed. Ergon. 2014. Capítulo 12: 127-134.
- Vierge E, Luego V. Fibrosis quística. En: Probioticoterapia en Gastroenterología. P&H Consulting. 2013. Capítulo 2.18:64-65.
- Jiménez E, Delgado S, Arroyo R, Fernández L, Rodríguez J.M. Mastitis infecciosas durante la lactancia: un problema infravalorado (y II). Acta Pediatr Esp. 2009; 67(3): 125-132
- Infante D, Redecillas S, Torrent A, y cols. Optimización de la función intestinal en pacientes con fibrosis quística mediante la administración de probióticos. An Pediatr (Barc). 2008; 69:501-5.
- FAO/WHO. Probiotics in food. Health and nutritional poperties and guidelines for evaluation. En “FAO Food and Nutrition Paper 85”, 2006. Disponible en: ftp://ftp.fao.org/docrep/fao/009/a0512e/a0512e00.pdf
 - FAO/OMS. Report on Joint FAO/WHO Working Group on Drafting Guidelines for the evaluation of probiotics in foods. 2002. Disponible en: ftp://ftp.fao.org/es/esn/food/wgreport2.pdf
- http://www.sepyp.es

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