lunes, 12 de enero de 2015

Comida basura y fibrosis quística

Comida basura, fast food, comida rápida… ¿es una buena opción para alimentarse si tengo fibrosis quística? Debido a su alto contenido energético, su elevado aporte en sal y su palatabilidad, es decir, su buen sabor, podemos pensar que la comida rápida es una opción aceptable para alimentarse en caso de tener fibrosis quística. Más aún en el caso de los niños a los que éste tipo de comida les atrae en especial.

Antes de responder a esta pregunta debemos aclarar a qué nos referimos cuando hablamos de comida basura. En general, suele ser comida que se vende preparada, lista para comer o que sólo requiere un calentamiento previo, vendida en restaurantes o en grandes superficies. Normalmente su calidad nutricional no es buena, aunque también podemos encontrar comida preparada o lista para comer con buenas cualidades nutricionles. Rápidamente viene a nuestra mente la imagen de hamburguesas, pizzas, perritos calientes o pasta. También comida china, turca (kebab), mexicana (enchiladas, tacos…). Sin embargo, estos platos no tienen por qué ser considerados comida basura si son hechos en casa, con ingredientes frescos y sin procesar. Al contrario, pueden ser platos muy sanos si escogemos bien los ingredientes, sin perder en sabor.

¿Qué características generales tiene la comida basura?

De manera general, éste tipo de comida suele tener:
  1. Alto contenido en grasa saturada y trans. Es cierto que en la fibrosis quística se necesita consumir alimentos muy energéticos para mantener un buen estado nutricional y para ello se recomiendan alimentos ricos en grasas, pero no cualquier grasa. Debemos dar preferencia a alimentos ricos en grasas que aporten algún beneficio a nuestra salud (como el DHA del que ya hemos hablado) y evitar aquellas que puedan agravar nuestra salud como la grasa saturada y los ácidos grasos trans (en el etiquetado aparecen como grasas hidrogenadas).
  2. Elevado contenido en sal. En este punto no hay nada que objetar, el aporte extra de sodio de la comida rápida es beneficioso para personas con fibrosis quística.
  3. Alto contenido en azúcares, incluso en comida salada. Por ejemplo, en salsas de tomate usadas para base de pizzas, otras salsas usadas en hamburguesas o perritos calientes, en los embutidos usados en pizzas, en salchichas… por no hablar de los refrescos. El consumo excesivo de azucares simples se asocia a un mayor riesgo de padecer síndrome metabólico, dislipemias o diabetes tipo 2. Por lo que este tipo de comida es especialmente desaconsejable en personas que ya padecen diabetes asociada a fibrosis quística.
  4. Gran cantidad de aditivos alimentarios (saborizantes, colorantes, conservantes…). Aunque la cantidad de aditivos que contiene la comida basura está controlada y siempre está por debajo de niveles peligrosos, son sustancias totalmente prescindibles para cualquier persona (tenga o no fibrosis quística). 
Por lo tanto, podemos decir que la comida basura no es la opción más acertada para alimentarnos o alimentar a nuestros hijos en caso de fibrosos quística. Se puede consumir esporádicamente, en celebraciones u otras ocasiones especiales, pero no como una rutina diaria.

La mejor opción, sin duda, es hacer este tipo de comida en casa, con ingredientes lo más frescos y lo menos procesados posible. Además, no supone un gasto de tiempo extra en comparación con la realización de otros platos, y los niños (y los adultos) los aceptan mejor.

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