lunes, 4 de mayo de 2015


ESTADO NUTRICIONAL EN EL ADULTO CON FIBROSIS QUÍSTICA

Gracias al diagnóstico e intervención precoz (a través del cribado neonatal para FQ), al tratamiento integral en Unidades de FQ y a los avances en los tratamientos para mantener la función pulmonar, las personas con FQ han logrado una mejor calidad de vida con un aumento considerable de la supervivencia.

En relación a esto, se ha descrito desde edades tempranas que la DESNUTRICIÓN en personas con FQ es un factor predictivo de supervivencia. Así, se ha visto que el BUEN ESTADO NUTRICIONAL a los 4 años se asocia a mayor supervivencia a los 18 años.

En esta entrada, queremos destacar la importancia de mantener un estado nutricional óptimo.

El estado nutricional es el resultado directo de:
- la calidad de la dieta,
- la frecuencia de exacerbaciones o re-agudizaciones de la enfermedad (que reducen el apetito y aumentan las necesidades de nutrientes y energía),
- el uso adecuado de enzimas pancreáticas en los casos que sean necesarias y
- el control de las pérdidas de grasa a través de la medición en materia fecal y su correlación con la ingesta.

 

Calidad de la dieta
Hace referencia a la variedad del aporte de nutrientes a través de los distintos grupos de alimentos así como a la suplementación vitamínica tan importante en las personas con FQ.
Es muy importante recordar que la dieta de las personas con FQ está basada en los principios de una alimentación saludable (evitar períodos de ayuno o saltar comidas, incluir variedad de los grupos de alimentos todos los días, etc) con algunas modificaciones respecto al mayor aporte de grasas y energía total respecto a la población general. Te recordamos la entrada del Decálogode la Alimentación en Fibrosis Quística.

Es muy común en la población adulta general, la alimentación irregular en relación a las horas que pasan fuera de sus hogares por cuestiones laborales. Aquí te refrescamos algunas ideas útiles y opciones de menú parallevar al trabajo.


Exacerbaciones pulmonares

Las exacerbaciones pulmonares o respiratorias se definen por la presencia o la mayor intensidad de signos y síntomas en relación a lo habitual en cada persona: como por ejemplo el incremento de la tos en cuanto a frecuencia y duración, aumento de la secreción mucosa en cuanto a cantidad, viscosidad, cambios de color, etc., entre otros.

Durante las exacerbaciones pulmonares se ha descrito un mayor gasto o consumo energético y un menor apetito que, por lo general, condiciona la ingesta de alimentos y aumenta el riesgo nutricional. Es muy importante controlar tu alimentación en estos períodos con tu equipo médico ya que puedes requerir de algún suplemento nutricional para evitar la pérdida de peso.
 

Adecuación de empleo de enzimas pancreáticas
Cobra especial importancia la revisión con el equipo médico del empleo de las enzimas pancreáticas ante cambios en los hábitos alimentarios, uso de suplementos nutricionales o aumento de síntomas gastrointestinales (diarrea o heces pastosas o con grasa visible, distensión abdominal…). En función de esos factores, puede ser necesario el aumento de dosis y/o el cambio del nº de comprimidos en cada comida.


 
Control de la pérdida de grasa
Tiene relación con el punto anterior, el control de la pérdida de grasa a través de la recolección de heces de 48 hs, es importante también en los adultos ya que es un método objetivo para valorar pérdidas y evaluar la relación con la ingesta total de grasas. Para algunos adultos suele ser engorroso realizar este estudio, pero forma parte de los controles rutinarios para adecuar la terapia de enzimas y así garantizar una mejor absorción de nutrientes y por ende un mejor estado nutricional.

 

Bibliografía consultada:

Olveira G, Olveira C. Nutrition, cystic fibrosis and the digestive tract. Nutr Hosp 2008; v23 supl 2

 Cystic Fibrosis Foundation Patient Registry. 2012 Annual Data Report. Bethesda, Maryland. ©2013 CFF

 Yen E, Borowitz D. J Pediatr 2012

Milla CE. Clin Chest Med 2007; 28: 319-330

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