¿Qué podemos hacer para lograr nuestro objetivo?
1. La regla de oro es hacer comidas que ocupen poco en el plato, pero que sean muy ricas energéticamente. No es lo mismo comer 500 calorías de lechuga que 500 calorías de beicon. Necesitaríamos ingerir unos 2 kg y medio de lechuga para alcanzar ésas 500 calorías, mientras que sólo necesitamos 73 gramos de beicon para cubrir esa cantidad.
2. Comer de todo. ¡Buenas noticias! ¡En la fibrosis quística no hay ningún alimento prohibido! Aunque se den prioridad a aquellos alimentos más calóricos, eso no significa que el resto de alimentos no deban comerse, al contrario, una alimentación variada es la clave de una alimentación sana.
3. Divide y vencerás. Piensa en todo lo que comes a lo largo del día. Ahora imagina que tuvieras que ingerirlo de una sola vez, en una comida. Sería bastante difícil. Por eso recomendamos fraccionar las comidas, es decir, hacer entre 5 ó 6 colaciones al día, de cantidades más pequeñas. Al cabo del día el niño habrá comido lo mismo que si hubiera hecho 3 grandes comilonas, pero se le habrá hecho más llevadero.
4. Enriquece. Hay algunos platos que pueden enriquecerse energéticamente de una manera muy sencilla si conoces algunos trucos. Aquí tienes algunos ejemplos (aunque ampliaremos ésta información en futuras entradas):
6. Comer en familia. Los niños imitan las conductas de los adultos, si ellos observan a sus padres comer y disfrutar de la comida, ellos harán lo mismo. Además debemos intentar crear un buen ambiente durante la comida, hablar de cosas agradables que hemos hecho durante el día y no centrar toda la atención sobre el acto de comer.
7. Hacer elogios. Elogia a tus hijos cuando coman bien o cuando hagan esfuerzos por comer e ignora las conductas negativas como quejarse, jugar con la comida…
8. ¿Y cuando no les gusta nada un plato concreto? Se puede intentar mejorar la presentación del plato haciendo formas divertidas o decorando con un poco de salsa u otros alimentos. También podemos introducir en el plato otros alimentos que gusten al niño, por ejemplo, preparar unas lentejas con chorizo en trocitos, de manera que el niño en cada cucharada (o cada dos) puede llevarse a la boca el trocito de chorizo que le gusta.
Para los padres que estén interesados en el tema y quieran ampliarlo, recomendamos que vean el DVD de Nutrición para personas con Fibrosis Quística que pueden pedir a la Federación de Fibrosis Quística Española.
Muchas gracias, por tus consejos, concisos y claros. Me encanta la decoración de los platos. A mi nieto este verano le he aplicado todos los trucos menos el 3 y el 6 y le ha ido estupendamente, su padre le encontró más lleno y fuerte.
ResponderEliminarUn beso y suerte con el blog lo encuentro precioso.
Charo