Actualmente la práctica regular de deporte es un pilar fundamental
para el desarrollo tanto a nivel físico como psíquico de las personas con FQ.
OBJETIVOS DE LA ACTIVIDAD DEPORTIVA
- Mejorar la fuerza y
resistencia general y en especial de la musculatura respiratoria.
- Facilitar la higiene bronquial
disminuyendo el riesgo potencial de infecciones.
- Mejorar la capacidad pulmonar.
- Mejorar aspectos psicosociales
como la integración y la autoestima.
La elección del tipo de actividad deportiva a realizar por la
persona con FQ dependerá de la edad, capacidad respiratoria, contraindicaciones
o enfermedades asociadas y de las preferencias individuales. Sería aconsejable
realizar una prueba de esfuerzo para determinar la tolerancia al ejercicio.
Las
recomendaciones para obtener los mejores resultados consiste en la elección de
ejercicios aeróbicos (de resistencia) complementados con ejercicios anaeróbicos
(fortalecimiento o potenciación muscular).
Los ejercicios aeróbicos más recomendados son la natación, el
atletismo y el ciclismo, a ser posible al aire libre. La musculación se debe
basar en un ejercicio con cargas ligeras, gran número de repeticiones (20-25)
priorizando el trabajo de la musculatura respiratoria y acompañadas siempre de
ejercicios de control respiratorio y estiramiento musculares.
La equitación, baile, gimnasia rítmica y deportes
de raqueta (pádel, tenis, bádminton..) son también beneficiosos por su efecto
sobre la movilidad de la caja torácica y el despegamiento de las secreciones
bronquiales.
Los deportes de contacto (fútbol, artes marciales)
así́ como los de competición se valorarán bajo supervisión del médico y el
fisioterapeuta responsables la adecuación de éstos a cada caso concreto
La nutrición juega un papel fundamental durante el entrenamiento y
la competición de los atletas con FQ en cualquier deporte. Una buena elección
de los alimentos ayuda a conseguir un aporte suficiente de energía para el
ejercicio y recuperación posterior.
METAS EN LA NUTRICIÓN DEPORTIVA
- Realiza una alimentación
variada y equilibrada que suministre la cantidad adecuada de energía y
nutrientes esenciales.
- Consume gran cantidad de alimentos
ricos en carbohidratos como los cereales, pan, pasta, arroz, fruta y
verduras.
- Trata de comer 5 raciones de
frutas y verduras al día (fresca, congelada, seca o enlatada).
- Rehidrátate y recarga tus
depósitos de glucógeno con alimentos ricos en hidratos de carbono y
líquidos tan pronto como sea posible tras el ejercicio.
- Asegúrate que estás bien
hidratado bebiendo durante todo el día, así como antes, durante y después
del ejercicio. Una persona con FQ necesita mayor hidratación por transpirar
8 veces más que una persona sin FQ.
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